9 CONSEJOS PARA APRENDER A TIPIFICAR A OTROS
Actualizado: 8 ago
Hoy os traigo el desglose correspondiente a este vídeo:
Es la primera parte de una "Guía para tipificar a otros", la parte más teórica. Podéis ver los vídeos de las siguientes partes al final de esta entrada. He creído conveniente dejar por escrito la teoría.
1. Reconoce que todo el mundo es complejo
Es esencial no dejarse guiar por estereotipos. No todos los que lloran son F, ni los que son tranquilos son 9. Hay que ver a la persona en su contexto, su crianza, sus valores, su etapa vital. Tener en cuenta muchas más cosas.
2. Céntrate en las funciones extrovertidas primero, es lo que antes se ve
Incluso aunque la función dominante de la persona que quieres tipificar sea introvertida, es posible que desde fuera captes más fácilmente cómo se relaciona esa persona con su exterior. Ejemplo, Jungkook es súper Se, la gente ha rellenado el Fi pero el Ti tampoco se puede descartar del todo.
3. Cuantos más sistemas de tipología conozcas, mejor, porque se influencian entre sí
Por ejemplo, te encuentras con un INTJ que parece ISFP, dudas si es Fi-Ni o Ni-Fi, pero si sabes que su eneatipo es un 8, y los 8 tienden a reforzar la función Se, puedes pensar que es un INTJ que, pese a ser Se inferior, tiene unos impulsos y reacciones típicos de su eneatipo, aunque su forma de captar la información sea Ni > Se.
4. Separa comportamientos de motivaciones
Los comportamientos engañan pero las motivaciones te llevarán al eneagrama, mientras que observar con qué clase de información la persona está más cómoda te dirá su función perceptiva; preguntar y observar la forma en la que toma las decisiones , y cómo y por qué juzga a los demás, te dirá su función evaluadora.
5. Ten muy claro los conceptos de Introversión y Extroversión Social y sepáralos de las funciones cognitivas
Hay que atender a la energía y no a los hábitos y tener en cuenta que la gran mayoría de gente somos ambivertidos (tenemos características de extrovertidos e introvertidos) con cierto balance hacia uno de los dos lados. Más abajo os dejo un par de vídeos al respecto para que aprendáis bien a distinguir introversión, ambiversión y extroversión. Además, hay que separar este comportamiento social de la orientación de la función dominante, pues no siempre van a coincidir. Es decir, una persona con una función dominante extrovertida puede, perfectamente, preferir pasar el tiempo en casa jugando a videojuegos que yendo a fiestas. Lo importante es que prefiera la estimulación externa que la interna.
6. Fíjate en cómo es esa persona bajo presión, estrés, o momentos de bajón o crisis
Es posible que las funciones que menos utilice salgan a la luz en estos momentos, como la terciaria con un loop o la inferior con un grip.
7. Chequea si la fortaleza de la dominante coincide con la debilidad de la inferior
A menudo cometemos el error de identificarnos con la función dominante pero no fijarnos en si nos encaja la inferior, y eso es un error porque ambas van unidas como un solo eje. Para convencerte 100% de la fortaleza de la función dominante, tienes que confirmar que la debilidad, la mayor incomodidad, reside en la función opuesta a esa dominante. Si no, sigue buscando.
8. Observa cómo interactua con la (supuesta) función opuesta
¿Qué es lo que ma´s le choca? ¿Lo que más le cuesta comprender? ¿Qué es lo que le hace decir: yo no podría ser nada así? (matiz en el podría, por la dificultad, frente al “no soy”, que significa can’t relate)
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